Educar
es lo mismo
que poner motor a una barca…
hay que medir, pesar, equilibrar…
… y poner todo en marcha.
Para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino…
un poco de pirata…
un poco de poeta…
y un kilo y medio de paciencia
concentrada.Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes,
hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera
enarbolada.
(Gabriel Celaya)
Queridas familias:
Gracias por vuestra colaboración y por vuestro apoyo que yo he sentido incondicional durante estos cuatro años.
Juntos hemos formado un buen equipo y entre todos y todas hemos conseguido ir forjando la personalidad de esas personas tan maravillosas que son vuestras hijas y vuestros hijos.
Ellos y ellas llevan un trocito de mí pero en mí también han quedado pedacitos de ellos.
Va a ser una generación difícil de superar, sólo guardo bonitos recuerdos del tiempo que hemos pasado juntos.
Algunas mamás, por sus circunstancias, me han acompañado un poquito más de cerca en este camino. A vosotras, sabéis quienes sois,
gracias, mil gracias.
Yo seguiré por aquí.
Un beso a todas y a todos.
Patricia
que poner motor a una barca…
hay que medir, pesar, equilibrar…
… y poner todo en marcha.
Para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino…
un poco de pirata…
un poco de poeta…
y un kilo y medio de paciencia
concentrada.Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes,
hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera
enarbolada.
(Gabriel Celaya)
Queridas familias:
Gracias por vuestra colaboración y por vuestro apoyo que yo he sentido incondicional durante estos cuatro años.
Juntos hemos formado un buen equipo y entre todos y todas hemos conseguido ir forjando la personalidad de esas personas tan maravillosas que son vuestras hijas y vuestros hijos.
Ellos y ellas llevan un trocito de mí pero en mí también han quedado pedacitos de ellos.
Va a ser una generación difícil de superar, sólo guardo bonitos recuerdos del tiempo que hemos pasado juntos.
Algunas mamás, por sus circunstancias, me han acompañado un poquito más de cerca en este camino. A vosotras, sabéis quienes sois,
gracias, mil gracias.
Yo seguiré por aquí.
Un beso a todas y a todos.
Patricia